El proyecto Laurel - Lauro tiene su origen en la Cátedra y surge de la pregunta por abordar un tema con una mirada que busque relacionar arte, diseño y ciencia. Es un proyecto que apenas arranca y que consiste en partir del estudio, la mirada y la sensibilización hacia las cualidades del laurel. El proyecto se va enriqueciendo con el paso del tiempo y tiene por ahora algunas fotografías, anotaciones de procesos culinarios, estudios de color y poemas* fotográficos.
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El laurel es un árbol que llegó a América del Mediterráneo europeo; es decir es un árbol inmigrante que no está aclimatado a nuestra región porque si bien da flores, no genera frutos. Se llama laurel, lauro y en latín Laurus nobilis.
El laurel tiene hierro, calcio, eugenol y cineol. Y las hojas contienen un aceite esencial cuyos principales componentes son el cineol y el eugenol, dos sustancias que le confieren propiedades carminativas, es decir, que reducen los gases y son hepatoprotectoras. (Fuente)
Además de los usos medicinales el laurel se utiliza en la cocina para aromatizar salsas y sopas; para lograr extraer sus aromas y sabores hay que someterlo a un proceso de calentamiento. En Italia usan los frutos para hacer un licor llamado Laurino.
Son famosas en la historia las coronas de laurel usadas por los griegos para premiar a los atletas y soldados vencedores; y también las coronas usadas por los romanos como símbolo de triunfo.
Se regala para dar suerte, desear riqueza y amor.
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El proyecto Laurel - Lauro parte de este arbusto de laurel que crece en el jardín de mi casa y tiene cerca de 30 años. En el centro tiene un nido que hicieron recientemente unos pájaros.
(4.864529, -74.074860)
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Imagen de Otto Wilhelm Thomé (1840 - 1925)
Rama
Algunos colores de las hojas del laurel
Este es un juego geométrico (¿un posible inicio de diseño?) hecho con los colores extraídos de las hojas del laurel.
Laurel crudo cocinado 15 min, 30 min, y 45 min.
Patrón hecho con los colores que cambiaron durante el proceso de cocción.
Papel laurel (1)
Papel laurel (3)
Laurel poema con ruido secreto (1)
Piel de laurel
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Aroma y sabor a laurel y de laurel
Para hacer el té de laurel se pone a hervir una taza de agua con dos hojitas; se deja hervir 10 minutos, se tapa y se deja reposar 5 minutos antes de tomarlo.
Apio, carne, cebolla y laurel
¿Nano siembra?
La propuesta de la nano siembra proviene de la conciencia de saber que muchas veces trabajamos en escala nano pero lo ignoramos, de la misma forma como los artistas trabajamos con colores pero no tenemos presentes las estructuras químicas de las sustancias que los contienen. Es decir, tenemos diferentes lenguajes para nombrar el mundo e ignoramos los lenguajes que los/las otros/as usan en sus respectivas disciplinas.
Partiendo de la noción de las escalas, una planta (el laurel) se mide en metros y la podemos ver; los piojos de la planta aún los vemos, y miden milímetros; las pelusas de las hojas también las podemos ver y estamos en micrómetros. De ahí en adelante no alcanzamos a ver, pero los elementos que tienen esas medidas nanométricas están allí, los podemos tocar.
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Un acoso y una transformación
El origen del laurel, contado por Ovidio en su libro Las metamorfosis, se puede ver como la historia de un amor fatal no correspondido, como una metamorfosis, pero también como la historia de un acoso.
Según cuenta Ovidio, Cupido, enfurecido por las burlas de Apolo (Febo), decide vengarse de éste lanzándole una flecha de oro para que se enamorare de la ninfa Dafne, y a Dafne le lanza una flecha de plomo para auyentar la posibilidad de enamorarse, logrando así que el dios la amara sin posibilidad de ser correspondido.
Arde de amor Febo, y él, cuyos oráculos revelan la verdad los demás, se engaña esperando que la ninfa le corresponda; admira sus cabellos, sus ojos, sus labios, sus dedos y manos brazos, y admira todavía más aquello que de ella se le esconde (490-502). Huye: Dafne más rápida que el viento, y Febo la sigue rogándole. No es su enemigo, le dice, sino su enamorado; que teme que se hiera al huir, y por eso él va más despacio. Y además, ella: debe considerar que no es amada por un montaraz o pastor desaliñado, sino por el dios venerado en Delfos, Claros, Ténedos y Patarea, hijo de Júpiter, revelador de lo que fue, lo que es y lo que será; inventor, además, de la música y de la medicina. Pero fue herido por una flecha más cierta que las suyas, y ama, y las artes con que a todos beneficia no lo benefician a él mismo (503-524).
No lo escucha más la ninfa, y huye todavía con prisa mayor, y el viento que se le opone, al ceñirle la veste o al descubrirle parte del cuerpo, la hace aún más hermosa. Incitado, el dios aumenta su carrera, de tal modo que ella, fatigada, al sentir que le va a dar alcance, ruega a su padre, cabe cuyas ondas corría, que le cambie la figura, que por hermosa le acarreó el sufrimiento (525-547). En cuanto acaba su ruego, siente que el cuerpo se le entorpece y se le cubre de corteza, que los cabellos se hacen frondas y los, brazos se le vuelven en luengas ramas; los pies, hace poco tan veloces, se le convierten en lentas raíces; el rostro se viste de follaje, y de ella persiste no más que el prístino brillo. Aun así, la ama Febo, y toca el tronco y la siente temblar bajo él, y abraza las ramas, y da besos a la corteza: Huye el árbol sus besos (548-556). Entonces el dios, cautivo siempre del amor, le, dice que, ya que no pudo hacerla su esposa, la hará su árbol, y que Dafne, mudada al laurel, estará en sus cabellos, en su cítara, en su aljaba, y. acompañará en los triunfos a los capitanes romanos, y se erguirá a las puertas del templo de Augusto. Y que, así como la cabeza de Febo es siempre juvenil, será siempre joven el follaje del árbol. Y Dafne asintió a esto, y la copa del laurel se movió como una cabeza que aprueba (557-567).
Publio Ovidio Nasón
Las Metamorfosis
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